La Kochera' en uno de sus ensayos

El Carnaval se acerca a paso de ensayo y toque de tambor

Murgas y comparsas, jóvenes y mayores que viven esta fiesta desde dentro ultiman letras, pasos y toques

Belén Fernández

Miércoles, 3 de febrero 2016, 13:38

Vacaciones para los tranquilos y celeridad para los entusiastas de la diversión. Pero alegría. Tanto para los que descansan como para los que disfrutan sin descansar. Millares de metros de tela, kilos de pinturas, litros de cola y botes de purpurina. Horas de imaginación, meses de preparación, muchas ideas y una época: el Carnaval.

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Faltan tres días para el comienzo oficial de esta fiesta, declarada de Interés Nacional en nuestra capital de provincia. Como buenos discípulos del carnaval, y que aportan decenas de comparsas en el desfile que se celebra en Badajoz, en las Vegas Bajas apuran el tiempo para terminar de preparar unos el traje, y otros, empiezan a pensarlo. En la localidad poblanchina, saldrán dos comparsas y diecisiete grupos a desfilar, pero también saldrán millares de personas como público a ver pasar en forma de disfraz, aspecto de coreografía y espíritu de organización, meses de duro trabajo. Para algunos poblanchinos el carnaval se define con tres palabras: ilusión, trabajo y sentimiento. Para muchos otros es sinónimo de felicidad; y para otros magia. Entre los ciudadanos que han querido contar a HOY qué es para ti el carnaval están también los que piensan que esta fiesta es la única capaz de desatar tanto la imaginación; y para otros sencillamente el carnaval es una manera de salir de la rutina para disfrutar y una oportunidad para ser por un día el personaje que tanto nos gusta. Son cuantiosas y dispares las opiniones que cada uno tenemos sobre el carnaval pero, para casi toda la gente que le gusta esta época del año, esta fiesta tiene un mismo denominador común: la diversión y el disfrute.

El carnaval es una fiesta con un largo currículo, son muchos los años que se lleva celebrando y son muchos los meses que se requieren para su preparación con el fin de lucir impecables en la calle el día tan esperado por los comparseros. Para algunos, lo más destacable es su coordinación, ya que son verdaderos ejemplos de organización. Hay quien se queda también ronco de tanto ensayar fuera de los saltos, pasos y coreografías elaboradas: son componentes de las murgas, otro contrafuerte del carnaval. Un resumen a tono de canto de las anécdotas, bien del año, bien de la vida, con un ingrediente principal: el humor.

Formas de vivir el carnaval hay muchas, tantas como sentimientos para describirlo. Están los que lo viven desde dentro, los que lo sienten desde fuera, los que se disfrazan de noche, los que se visten de día, los que huyen, los que crean, los que participan, y los interesados que simplemente lo ven como público, pero con interés. El carnaval o te gusta o lo odias, dice una comparsera montijana que se viste desde hace tres años en la Kochera. Un hobby, una afición, un amor a una especie de arte, y por amor al arte. Porque para algunos es un negocio, pero para otros, los que nos muestran realmente qué es el carnaval es un trabajo por el que encima, pagan. Una inversión gratuita de tiempo además de la económica pero, para ellos, una recompensa personal grande suplida en unas horas de exposición pública de trajes, músicas, decoración y baile. Porque finalmente el día del desfile encuentra su símil en una noche de bodas; todo se resume en días de trabajo, meses de sacrificio, cientos de detalles, horas de sueño, y muchos nervios. Tras el paso de la última comparsa y el son de la fuerte percusión solo nos quedarán dos cosas: resaca de tambores en nuestros oídos y esperar al año que viene.

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