Borrar
Fachada del Palacio Marqués de la Vega, ubicación del CEIP Calzada Romana HOY

«Los maestros no estábamos preparados para lo que sucedió, cada uno sobrevivió como pudo»

Los directores de los colegios de Puebla hablan de sus experiencias en un Día Internacional de la Educación marcado por la pandemia

Domingo, 24 de enero 2021, 09:40

Cada 24 de enero, la UNESCO celebra el Día Internacional de la Educación. El lema de esta edición será, como no podía ser de otra forma, 'Recuperar y revitalizar la educación para la generación covid-19', y es que la pandemia que está cerca de cumplir un año en España ha trastocado por completo el aprendizaje de niños y adolescentes.

No hace falta que lo diga la ONU, una simple charla con los directores de los colegios de Puebla de la Calzada es suficiente para comprobarlo. «Los alumnos siguieron las clases como buenamente pudo dárselas su profesor», manifiesta Susana Castaño, dirigente del CEIP Calzada Romana. De forma parecida opina María José Pilo, de los Salesianos: «Afectar ha afectado. Al principio esto fue un caos hasta que nos adaptamos».

En marzo, por tanto, el desconcierto entre profesores y estudiantes era mayúsculo. «Pilló a todo el mundo desprevenido y sin recursos porque hasta el momento la educación online no existía y ni se había contemplado. Los maestros no estábamos preparados para lo que sucedió, cada uno sobrevivió como pudo. Fue como un trimestre perdido», cuenta Castaño.

Ahora no es que la cosa vaya completamente sobre ruedas, pero el duro trabajo que realizaron antes de comenzar este curso diseñando sus respectivos planes de contingencia ha acabado dando resultado. «Este verano nos hemos puesto las pilas, vimos lo que se podía venir y el mes de julio fue bastante intenso», indica Luis Piñero, director del colegio Nuestra Señora del Carmen. En su centro, solo han tenido un caso positivo por coronavirus el pasado mes de septiembre y, a día de hoy, todavía no les han clausurado ningún aula.

Pero para que las cosas salgan tan bien, han tenido que solventar muchos problemas. En el Calzada Romana, por ejemplo, algunos proyectos han pasado de ser colaborativos a estar limitados a solo una clase. En los Salesianos, los alumnos más mayores, los de la ESO y Bachillerato, no respetaron los horarios durante el confinamiento, por lo que este año han intentado reforzar su disciplina durante las clases telemáticas con estrategias muy sencillas: los profesores pasan lista, hacen preguntas directas a alumnos concretos, organizan videoconferencias…

A pesar de haber sido capaces de sobreponerse con éxito a estos contratiempos propios de un entorno tan cambiante como el que estamos viviendo desde el pasado mes de marzo, los tres dirigentes siguen prefiriendo la educación de toda la vida. «En general están respondiendo bastante bien tanto los alumnos como los profesores, pero evidentemente estar en clase no es igual que estar en casa», manifiesta Piñero, que aprovecha para agradecer la constante ayuda que les ha proporcionado el Ayuntamiento de la localidad en todo lo que han necesitado.

Él y sus homólogas, que también se inclinan por la opción presencial, dejan claro que sus respectivos centros siempre acatarán las normas que las autoridades competentes les dicten, pero a nivel personal no están de acuerdo con algunas. «Nosotros tenemos que hacer lo que nos dice la Consejería de Educación y Empleo, evidentemente, pero te choca que opte por que las clases de segundo ciclo de Infantil y toda Primaria sean presenciales a partir del 11 de enero teniendo en cuenta la incidencia de casos que hay en Extremadura y concretamente en nuestro municipio», apunta Castaño.

Pilo, por su parte, se asustó cuando vio la decisión que se tomó respecto a la asistencia, pero luego cayó en la cuenta de lo complicado que es para muchas familias el que sus hijos tengan que dar clase desde casa: «Para quien tiene muchos medios es fácil, pero para quien no tiene con quién quedarse o no posee un ordenador para poder trabajar… Es arriesgado, pero no ha quedado más remedio».

Esto, sin embargo, no ha evitado que ciertos padres hayan decidido no llevar a sus hijos al colegio. El absentismo durante los primeros días de este segundo trimestre ha sido común a los tres centros, si bien es cierto que cada vez se va reduciendo más. Al principio, estos directores pidieron a los docentes que realizasen un esfuerzo extra para que esos niños que se quedaban en casa por el comprensible miedo de sus progenitores no se quedasen atrás, pero ha llegado un momento en el que ya no pueden dar más de sí mismos y consideran que es hora de que vuelvan. «Son sitios seguros, se ha demostrado, se está cuidando mucho el que estén todos bien», apunta Pilo.

Ella misma ha notado cómo esta difícil situación ha acercado todavía más a familias y docentes. «Educar es cosa del corazón, decía Don Bosco, por eso ahora estamos más unidos que nunca», y es que otra cosa no, pero si hay algo que les sobra a estos directores, pandemia de por medio incluida, es pasión por su profesión.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Los maestros no estábamos preparados para lo que sucedió, cada uno sobrevivió como pudo»

«Los maestros no estábamos preparados para lo que sucedió, cada uno sobrevivió como pudo»