Vicente de los Ríos
Domingo, 4 de marzo 2018, 19:46
Corría el año 2.008 y dos profesores del IES Diez-Canedo de Puebla de la Calzada -Pepa Pinar y Chema Santiago- proyectan utilizar el Teatro como medio para motivar a los alumnos. En seguida se les suma otro profesor; Teo Pozo. El trio estaban convencidos de que las tablas mejoran muchos aspectos de la formación integral de los jóvenes en una época en la que los sentimientos de los chicos y chicas se están formando a toda velocidad; están a flor de piel. Diez años después "Molamanta" -así bautizaron el artefacto- sigue adelante y tiene previsto celebrar esta primera década de vida con la representación de Bodas de sangre, de Lorca, el próximo día 9 de marzo en el propio teatro del Instituto. Hablamos con Pepa Pinar, directora de la compañía sobre la historia y el futuro de la compañía
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¿Cuál es el origen de esta aventura teatral en el Diez-Canedo y con qué objetivo empezasteis?
En 2008 en el instituto de Puebla de la Calzada, Molamanta surgió como proyecto para utilizar el teatro como método pedagógico y motivador del alumnado. La idea principal no era sólo montar una obra de teatro para representarla a final de curso, sino utilizar las herramientas del teatro para que los alumnos aprendiesen. Estábamos convencidos de que el teatro mejora muchos aspectos como la capacidad de concentración, la expresión verbal y corporal, el trabajo en equipo, la memoria y el vocabulario. Aumenta la autoestima de los alumnos y los ayuda a canalizar las emociones en una etapa de su vida en la que los sentimientos se están formando. Después de diez años, seguimos convencidos de ello, sobre todo después de comprobar los efectos tan positivos que el teatro tiene en los adolescentes.
¿Cuántos profesores iniciasteis la andadura y cuántos permanecéis?
El primer año empezamos dos profesores del departamento de Lengua, Chema Santiago y yo. En el segundo curso se unió Teodoro Pozo, del mismo departamento. Después estos dos profesores fueron trasladados y me quedé yo sola al frente del grupo de alumnos. No obstante, con los años se ha ido formando un grupo de profesores y personal de administración que en la actualidad cuenta con unos veinte componentes y que cada curso escolar prepara también el montaje de una obra de teatro, Molamanta-profes. Todos ellos han convertido el teatro en eje vertebrador de la vida del instituto.
¿Cuántos alumnos conforman la compañía? ¿Tuvo aceptación desde un principio?
Este año hay veintisiete alumnos-actores. Al principio eran más reticentes a entrar en el grupo porque en la adolescencia los jóvenes son muy pudorosos y sienten bastante vergüenza. Aún así, año tras año el número ha ido aumentando. Ahora son muchos los adolescentes que solicitan entrar en el grupo precisamente para vencer la timidez. Veintisiete alumnos son muchos, si se tiene en cuenta que la mayoría de las compañías de teatro y de las propias obras suelen tener un máximo de ocho o diez personajes. Cada año abrimos plazo para que entren alumnos nuevos, los aspirantes deben solicitarlo por escrito, traer una autorización de sus padres y adquirir un compromiso de trabajo. Esto último se hace porque es muy importante la implicación, no se puede faltar a los ensayos y mucho menos a las representaciones.
¿Recuerdas cuál fue vuestra primera representación?
Sí, por supuesto. Hicimos Maribel y la extraña familia de Miguel Mihura. Recuerdo todas las obras que hemos montado, han sido doce en total, algunas de creación propia y otras de autores de todas las épocas y estilos, desde la comedia latina El Gorgojo de Plauto al entremés del siglo de Oro Las aceitunas de Lope de Rueda, adaptaciones de clásicos como El Quijote y obras realistas como la del año pasado Hoy es fiesta de Antonio Buero Vallejo.
¿Qué método de trabajo seguís? ¿Tenéis algún tipo de formación específica?
Trabajamos en sesiones de entre tres y cuatro horas un día a la semana durante todo el curso, normalmente los sábados. También en vacaciones y cuando se va acercando el estreno dos veces por semana y todo lo que podemos. En las primeras reuniones hacemos ejercicios de expresión corporal, voz, coreografías, de forma intuitiva y con improvisaciones que van encaminadas a la que será la obra de ese año. Los alumnos no conocen el texto hasta la cuarta o quinta sesión, primero se les explican los temas que vamos a tratar, hacemos coreografías. Como somos muchos solemos trabajar escenas corales. Poco a poco, nos vamos acercando al texto, de forma que cuando lo leemos por primera vez, ya tenemos una idea bastante aproximada de la manera en que vamos a abordarlo. Este método de trabajo favorece que los alumnos nuevos pierdan la timidez inicial, que se fortalezcan los lazos en el grupo y que sientan ganas de conocer su personaje y de leer el texto. No existe ningún método de animación a la lectura tan eficaz como el teatro. El alumno que va a encarnar un personaje del que ya le han hablado está ávido por saber cómo es y por leer sus palabras.
Cuando amas el teatro, sientes que cada vez tienes más necesidad de él. Por eso todos los componentes del grupo nos formamos en cursos y programas educativos a nivel regional y nacional, como los organizados por la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura (IES-CENA) o los Encuentros de Teatro Joven de Caixaescena. En noviembre de 2016 expuse en una comunicación la experiencia de Molamanta en el I Congreso Internacional de Pedagogía Teatral organizado por la RESAD en Madrid. Actualmente, estoy estudiando tercer curso del grado de Dirección y Dramaturgia en la ESAD de Extremadura, motivada por la exigencia de calidad que nosotros mismos nos estamos imponiendo. Los alumnos quieren hacer teatro, pero quieren hacerlo bien, que el grupo se supere a sí mismo cada año, porque tras el esfuerzo la satisfacción es mayor.
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En estos 10 años habrán surgido multitud de anécdotas... Cuéntame la más agradable y la más triste
Agradables muchas, el teatro es muy duro pero muy gratificante, la educación también, por ello el teatro escolar es la mejor experiencia del mundo porque tiene lo bueno de la educación y lo bueno del teatro. No puedo olvidar las caritas de alegría cuando ganamos un premio o el año pasado cuando actuamos en el Gran teatro de Cáceres y el público se puso en pie para aplaudir. La sensación de estar en un gran escenario y que el público se levante para aplaudir tu trabajo es la mayor satisfacción de un actor y de una directora. El abrazo de una veintena de adolescentes emocionados, la mayor alegría de una profesora. Esas sensaciones son las que nos hacen seguir adelante.
También hemos tenido momentos duros, especialmente cuando hemos chocado con la incomprensión, pero el grupo tiene tanta fuerza que cada vez que algún compañero se siente mal hacemos nuestro abrazo-piña y salimos adelante.
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Tengo entendido que habéis cosechado muchos premios ¿de cuál os enorgullecéis más?
Hemos ganado el primer Premio en el certamen Guiones para la Ciencia organizado por la Universidad de Extremadura en las dos ediciones qe se ha convocado. En las dos ocasiones hemos contado con la colaboración de los profesores del Departamento de Física y Química del instituto puesto que había que crear una obra de teatro breve sobre tema científico. En 2015 hicimos Unas ganas de reñir muy científicas, adaptación del sainete Ganas de reñir de los hermanos Álvarez Quintero y en 2017 El retablo de las Ciencias, adaptación de El retablo de las maravillas de Cervantes.
¿Cómo lleváis a cabo la actividad del grupo, ensayos y demás?
La parte de ensayos es la más costosa, ensayamos desde finales de septiembre hasta principios de marzo en que estrenamos la obra. A partir de ahí hacemos varios pases en distintos lugares. Este año por ejemplo, el estreno es en el teatro del instituto el próximo viernes 9 de marzo y después participaremos en diversos festivales como: IES-CENA en el Gran teatro de Cáceres, ImprovisArte en Elvas (Portugal) o Con Letras de Oro en la Sala Trajano en Mérida.
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Una vez que tenemos la obra montada vamos intercalando actuaciones y ensayos de repaso de la obra completa o de alguna parte que consideremos más débil.
Además, tenéis un festival de teatro propio
Sí, cada año organizamos un Festival de Teatro Escolar en el propio centro que acoge a otras agrupaciones de muy diversa procedencia, colegios e institutos así como asociaciones de dentro y fuera de España. Este año en abril se celebrará la novena edición del mismo. El objetivo es hacer teatro, aprender con el teatro y transmitirlo a toda la comunidad educativa así como a otros jóvenes. Durante la semana del festival conviven en nuestro instituto cerca del centenar de alumnos aficionados al teatro y más de quinientos espectadores.
¿Cómo financiáis los viajes, el atrezzo y demás cosas? ¿echáis en falta apoyo de alguien?
Jajjajaja, esa es una buena pregunta. No tenemos financiación. Los materiales los compra el instituto, utilizamos también el dinero de los premios y toneladas de imaginación, el reciclaje y la reutilización son dos pilares de nuestra escenografía. Los padres y madres colaboran en la elaboración del vestuario. Pero nuestro gran problema es la movilidad. Los autobuses suponen nuestro principal gasto, para ello pedimos un donativo el día del estreno, la Ampa del centro nos ayuda y nos hemos constituido en asociación juvenil a fin de solicitar algún tipo de ayuda.
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En este décimo aniversario ¿tenéis previsto representar algo especial?
Este año la obra elegida para conmemorar este décimo aniversario es Bodas de sangre de Federico García Lorca que se estrenará, como ya hemos anunciado, el próximo viernes 9 de marzo en el teatro del propio instituto a las 2100 de la noche. Hemos tardado diez años en atrevernos con Lorca; nos parecía y nos sigue pareciendo muy difícil, pero lo asumimos como reto desde que en uno de los ensayos iniciales de los que hablábamos al principio un niño de doce años me dijo Lorca no se ha muerto, sigue vivo en cada uno de nosotros. Después de esto, no podíamos trabajar otro autor este curso, en el que además se cumplen cien años de la publicación de su primer libro de poesía, Impresiones y paisajes.
¿Qué tiene Puebla de la Calzada con el mundo del teatro? ¿Por qué hay tanta afición?
Puebla de la Calzada es un pueblo con bastante afición al teatro, creo que se encuentra entre los municipios con mayor número de compañías teatrales, teniendo en cuenta el total de habitantes. Creo que algo tiene que ver la cercanía con Mérida y todo lo que mueve el Teatro Romano, pero de lo que estoy segura es de la gran labor que durante años ha llevado a cabo la Concejalía de Cultura y Teodoro Gracia. El teatro es una actividad que exige entusiastas y yo creo que en este pueblo hemos coincidido unos cuantos locos inasequibles al desaliento. El propio Festival de teatro Vegas Bajas, reconocido como uno de los mejores eventos teatrales, tuvo su primer escenario en lo que es actualmente el teatro del IES Enrique Díez-Canedo.
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Por último ¿de dónde viene el nombre de la compañía?
El nombre del grupo partió, como tantas cosas, de la imaginación de los propios alumnos, les propusimos que inventasen un nombre original y este acabó formándose como un acrónimo de las expresiones: molar: gustar en el argot juvenil y amanta: expresión cuantitativa, muy utilizada en la zona. El teatro nos mola a manta, nos gusta muchísimo, por eso nos llamamos Molamanta-teatro.
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