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Elisa Martín
"Se han abierto caminos, la gente es más innovadora y emprendedora"

"Se han abierto caminos, la gente es más innovadora y emprendedora"

Tras 20 años dedicados al periodismo, Elisa Martín, ha dado un cambio en su vida profesional e imparte cursos de ‘coaching’ y comunicación

Belén Fernández

Lunes, 20 de junio 2016, 15:51

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Comunicadora por vocación y periodista durante 20 de profesión. A través de una entrevista que estaba haciendo para la radio en la que trabajaba, descubrió un nuevo mundo: el mundo del autónomo y la labor del 'coach'. Aunque no quiere desvincularse nunca del periodismo, porque le apasiona, ha pasado de dar noticias a dar conferencias y sesiones privadas de coaching a particulares y empresas. En esto, la labor que actualmente está desarrollando, es pionera en la localidad.

Entre muchos otros proyectos que está desarrollando, le propuso a María Montero hacer unas reuniones mensuales con autónomos en el CID Vegas Bajas que ha sido bautizado como Desayuno entre empresas y ha sido acogido con bastante éxito. El fin es hacer sesiones de networking para ampliar la red de contactos profesionales entre autónomos y empresarios de la zona para crear colaboración y que cada negocio tenga mayor capacidad para crecer y ser viable. Quiere seguir con la comunicación pero ha decidido construir su proyecto propio.

-¿Qué es el coaching?

Es una metodología de desarrollo personal y profesional. Se trata de recorrer el trayecto entre dónde estás y dónde te gustaría estar, si hay algo que te gustaría cambiar, con el objetivo de conseguir mejores resultados. Genera cambios de perspectiva y, sobe todo, impulsa a la acción. Muchas veces no conseguimos esos cambios porque realmente no damos ningún paso para ello y nos quedamos en una mera declaración de intenciones. Es increíble cómo nos atrapan los hábitos, los miedos, las etiquetas que llevamos puestas. El coaching facilita que cada persona busque sus respuestas y diseñe su propio camino. Es muy interesante. Pero ojo, es importante aclarar que no se trata de ninguna terapia, ni consultoría, ni psicología.

-¿Es el coach una especie de consejero?

No, nunca aconseja, te pone diferentes escenarios para que las personas vayan descubriendo que tienen muchísimas más posibilidades de las que creen. Con herramientas y preguntas vas descubriendo cosas diferentes.

-¿En qué momento se empezó a interesar más por esta práctica?

Realicé una entrevista en la radio a Ana Orantos, que era la presidenta de la Asociación Extremeña de Coaching. Me quedé fascinada con lo que me contó. Me di cuenta de que me estaba hablando de una herramienta muy potente con muy buenos resultados. Desde ese momento quise conocer esta metodología que me pareció de lo más práctica. Hice una primera formación con ICF y después me certifiqué en Sevilla con Asesco (Asociación Española de Coaching).

-¿Cómo lo ejerce?

Tengo dos líneas de trabajo distintas. Por una parte, sesiones individuales en las que nos centramos en el proceso de una persona que quiere conseguir objetivos para su vida personal o ámbito profesional. Tengo clientes que se van a presentar a oposiciones, tribunales, trabajos de fin de carrera, y en otros ámbitos profesionales como el sector inmobiliario. Por otra parte imparto cursos de Coaching para hablar en público en los Centros de Profesores y Recursos (CPR), colegios profesionales, partidos políticos, estudiantes, empresas

-¿La mejor herramienta?

Depende de quién tenga enfrente y los objetivos que se marque porque se trabaja de forma personalizada. Me he dado cuenta que la diferencia entre la gente que hace cosas y no las hace simplemente está en poner el foco en las posibilidades y no en las limitaciones. Es cuestión de actitud. El coaching es una escalera, tu vas subiendo escalón por escalón y arriba está el objetivo. El primer paso ya te saca del estancamiento que tienes y a las personas le cambia la cara. El coaching es alegría. Y yo que soy optimista conecto con esto. Tenemos tanto miedo al fracaso que muchas veces somos nosotros mismos los que nos decimos que no, y somos nuestro límite.

-Y a su parecer, ¿cuál es la mayor dificultad?

Lo que lleva mas tiempo es adquirir habilidades nuevas que no tienes y que además te crees que no las puedes tener y de repente las necesitas. Es lo que cuesta más trabajo porque se trata de vencer una resistencia pero se vence. Los verdaderos líderes son líderes por eso, porque se enfocan en algo y a por ello van.

-Al fin y al cabo, la base es comunicación pero ¿por qué el cambio de dar noticias a dar cursos?

Porque quería seguir mi propio camino. El cambio se ha producido por eso, por la necesidad y el gusto de trabajar para mi en un proyecto propio que me ha parecido fascinante y quería probarlo. No sé donde me llevará pero quería hacerlo y me está resultando muy satisfactorio.

-¿Qué es lo más gratificante de este mundo?

Para mí lo más gratificante es la comunicación con otras personas. Lo ha sido en periodismo cuando me permitían ahondar en entrevistas, y lo es ahora. Pero en concreto, en el coaching lo más gratificante es ver cómo le cambia la cara a las personas cuando se ven capaz de hacer lo que le va a llevar beneficio a su vida. Eso es maravilloso. Es ayudar a hacer un cambio positivo.

-¿Y lo más gratificante cuando ejercía de periodista?

Hacer de intermediario entre lo que una persona siente, hace, destaca, ofrece, y el resto. Ser la portavoz y recoger lo más interesante del protagonista o proyecto y hacerlo llegar de forma comprensible al que te escucha. Un periodismo sencillo que la gente de a pie entienda.

-¿Cómo ha visto la evolución de la vida en los años que has estado ejerciendo la labor periodística?

Me parece que la gente es mucho más innovadora, emprendedora y se han abierto muchos caminos. Hay muchas actividades de todos los sectores, culturales, deportivas, de asociaciones, ocio, y está genial, pero siguen haciendo falta políticas de empleo locales porque hay muchas personas sin trabajo. Es una cosa que me preocupa. Aquí tenemos mucho circo y poco pan. Eso es una burbuja que puede explotar. Los políticos están ahí cuatro años y tienen que vender lo que más brilla. Es muy importante inculcar políticas emprendedoras porque es hacia donde va la vida. Nos vamos a tener que crear nuestro propio puesto de trabajo y tenemos que tener muy claro cuáles son nuestras herramientas y posibilidades. No podemos estar obnubilados y cegados con lo bien que lo estamos pasando. Debería existir una responsabilidad por parte de la administración pública de trabajar en emprendimiento y apoyarlo aunque se beneficien los que vengan detrás.

-Cuando finalizó sus estudios no existían las redes sociales y a penas internet ¿Ha cambiado la forma de hacer periodismo?

Sí, y lo más importante es que ha cambiado la percepción de los lectores sobre las noticias. Está la cara y la cruz. La comunicación e información llega a todos los rincones que para Extremadura es maravilloso porque se nos ha abierto el mundo al poder conectar con cualquiera pero tenemos que cuidar la fuente y saber de dónde vienen. No se dan cuenta de que muchas noticias no tienen fuente ninguna. Estamos más informados, pero hay muchas que no tienen ninguna calidad ni ningún respaldo. Todo ese trabajo que se hace en periodismo relacionados con las fuentes, las redes sociales se lo han cargado porque no existen en muchas de la informaciones que circulan por ellas y, como tal, hay que dudar de su verdad e incluso hay cosas peligrosas.

-Entretanto objetivo que se planeta la gente, ¿cuál es el suyo?

Quiero poner mi granito de arena y que nadie le tenga miedo a la comunicación, así como ayudar al mayor número posible de personas a mejorarla. Como objetivos profesionales, espero que este camino que he emprendido vaya bien. Abrir Aula 29 y que sea un espacio de coaching y comunicación interesante. También quiero escribir un par de libros y tengo entre manos algún que otro proyecto relacionado con el periodismo que aún no puedo adelantar.

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