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La Asociación de Mujeres Poblanchinas viajó a Robledillo, San Martín y Coria

La Asociación de Mujeres Poblanchinas viajó a Robledillo, San Martín y Coria

A principios del mes de mayo, el pasado día 7, día de la madre, la Asociación de Mujeres Poblanchinas realizó una excursión a diferentes localidades de Extremadura -Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo y Coria- con el concejal de Turismo, Jairo Naranjo, en calidad de guía.

Rubén Molano

Lunes, 29 de mayo 2017, 10:47

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El viaje comenzó en Robledillo de Gata declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico por su trazado medieval. Un lugar para perderse entre el gran atractivo de sus calles empinadas, angostas y sinuosas, que en ocasiones discurren bajo pasadizos o casas voladas formando pequeños túneles.

La visita en esta población comenzó en el denominado como Molino del Medio, antiguo molino de aceite movido por agua perfectamente conservado con toda la maquinaría y los utensilios relacionados con la extracción artesanal del aceite.

Tras la visita al molino el grupo se dirigió a la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción, obra del siglo XVI de planta rectangular y con cubierta mudéjar que cuenta en su interior con un Cristo barroco articulado y un ara votiva romana dedicada a Júpiter convertida en pila de agua bendita.

Tras Robledillo de Gata el grupo se dirigió a San Martín de Trevejo población elegida también Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico. Con una estructura similar a Robledillo los excursionistas tuvieron la ocasión de disfrutar de un entorno natural y una belleza especial decorado de castaños y robles centenarios.

En San Martín disfrutaron del arroyo de agua excavado en las calles y que surca casi toda la población, de una arquitectura singular que aparenta estar detenida en una época remota capaz de transportar al visitante a otro momento y de un idioma que solamente se habla en tres localidades extremeñas y que guarda sus raíces probablemente en la antigua repoblación llevada a cabo tras la reconquista.

Así pues, el recorrido se detuvo para la comida en la Plaza Mayor, espacio con soportales de madera en los que se observan los famosos tozones (bordes de las vigas labrados con rostros humanos), la torre campanario del siglo XVI que conserva el escudo de armas de Carlos V y la Casa del Comendador datada en el siglo XVI.

Finalizada la hora de la comida el grupo se puso en camino para visitar como último destino la ciudad de Coria. De fundación prerromana y con categoría de ciudad tras la conquista romana, Coria cuenta con un gran número de vestigios que muestran la importancia que ha tenido esta población a lo largo de la historia.

En ella se aprecia la muralla que rodea el casco histórico y cuyos sillares de granito dan la bienvenida a los visitantes. Una vez en su interior el castillo de los Duques de Alba del siglo XV atrae la mirada de los allí presentes por su imagen de fortaleza inexpugnable.

El camino continuó camino de la catedral de Santa María de Asunción. Dicho templo erigido entre el siglo XV y el siglo XVIII se ubica en el antiguo recinto de la catedral visigoda, la mezquita de la ciudad durante época musulmana y la anterior iglesia-catedral románica.

A pesar de estar a día de hoy en reforma pudieron disfrutar del retablo mayor del siglo XVIII y del espectacular coro compuesto por sillería mudéjar de nogal. A continuación pasaron al interior del claustro convertido en museo catedralicio y en cuyo interior se encuentra el mantel de la última cena.

Finalmente, y tras visitar la catedral, el grupo disfrutó de tiempo libre antes de iniciar el regreso a Puebla de la Calzada, día que sirvió para descubrir los encantos que guarda Extremadura y los paisajes de la Sierra de Gata.

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