Borrar
Trabajadores en plena recolección del calabacín
"El cultivo del calabacín es más rentable si se siembra a mano"

"El cultivo del calabacín es más rentable si se siembra a mano"

Según el Ministerio de Agricultura, se estima una plantación de 92 hectáreas de esta hortaliza en la provincia de Badajoz, de las que cinco están en Puebla

Belén Fernández

Martes, 21 de junio 2016, 17:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No es común, al pasear por los caminos agrarios de la localidad, encontrar a ocho hombres con una lata colgada en el hombro, agachándose cada 40 centímetros para enterrar una pipa en la tierra. Tampoco es demasiado común, ni en la localidad, ni en la comarca, ni siquiera en la región, encontrar cultivos de calabacín, que son minoritarios.

Paco Villafaina es un joven agricultor de 25 años que lleva cuatro dedicado en cuerpo y alma al campo. Lo hace, además de ser el ejercicio que le da comer, porque le apasiona. Empezó trabajando con su padre con el que comparte labor aunque este año ya se ha hecho autónomo. Además de labor, padre e hijo comparten conversaciones de las que surgen ideas que, una vez puesta en marcha y comprobada su efectividad, compañeros de sector repiten.

Hace tres años, debido a las carencias y problemas que suponía sembrar el calabacín a máquina, a los Villafaina se les ocurrió cambiar la forma mecánica por la humana y plantar pipa por pipa en tierra para garantizar así su nacimiento y que no quedaran vacíos en el terreno. La máquina muchas veces se embrozaba y cuando llegaba a la punta se caían todas las pipas. Otras veces, se atascaba y había tramos de veinte o treinta metros en los que no se sembraba porque no habían salido, explica el joven agricultor. Haciéndolo a mano, sabemos donde dejamos cada una, y crece sin problemas, añade.

En abril es cuando empieza la campaña de esta hortaliza. Una vez sembradas y con la temperatura adecuada de unos 20 grados hay que esperar diez días para empiece a salir la planta y 35 para que empiece a dar sus primeros frutos. No es un cultivo delicado, es valiente porque es una planta muy bravía, se le hace alguna que otra cura porque es propensa a coger algunas enfermedades típicas de esta variedad pero no es excesivo, señala Villafaina.

Una vez que empiezan a salir los primeros calabacines, empieza la recolección. Los trabajadores se colocan detrás del tractor que va por los carriles del terreno, y se agachan planta por planta para ir recogiendo los frutos y volcándolos en su remolque. La práctica se repite día tras día sin entender de sábados y festivos -durante un mes y medio, que es lo que dura la campaña. Al finalizar habrán recogido y vendido a la industria 300.000 kilos, todos provenientes de las cinco hectáreas que le dedican a este variedad.

En cuanto al balance que hace de la efectividad del proceso, Paco confirma que la práctica manual es mucho más productiva. En Valdelacalzada también cultivan calabacines y han empezado a hacerlo de esta forma y, seguramente, en la fábrica terminen pidiendo que se haga así porque es más económico y no tienes que resembrar: el cultivo va igualado, todo a uno.

Resulta difícil encontrar cifras exactas sobre las hectáreas que se siembran de calabacín en Extremadura pero, según los del Ministerio de Agricultura y por el cálculo que hace el sindicato UPA-UCE, se estima que en el presente año se alcancen las 92 hectáreas en la provincia de Badajoz. Que en Puebla de la Calzada haya cinco, resulta significativo.

A unos kilómetros de la localidad, en Valdelacalzada, Francisco Moreno tiene otras tantas hectáreas que dedica a la misma hortaliza y es uno de los que ha imitado la práctica los Villafaina. En mi caso no se ha dado muy bien el cultivo pero debido a factores meteorológicos. En cuanto a la forma de sembrarlo si que nos ha resultado ser más efectivo porque la planta sale donde quiere, afirma Moreno.

SECTOR AGRÍCOLA

Además del calabacín Paco siembra otras hortalizas que requieren bastante mano de obra como el pimiento, la berenjena, el tomate y brócoli en invierno. Al preguntarle al joven agricultor sobre la situación del sector cuenta que el trabajo en el campo en general, no está valorado. Los precios están tirados, el gasoil está caro, añádele los insecticidas, herbicidas, abonos cuando te pones a echar números, tienes que tener un cultivo muy bueno para afrontar bien todos esos gastos y que te rente. A eso hay que añadirle que algún año salga malo por el clima, y entonces son pérdidas por todos lados, relata Villafaina añadiendo que agradecería que el Gobierno ofreciera más ayudas para sufragar los gastos que van surgiendo.

Aunque para Paco suponga ser un trabajo que ha elegido por gusto y voluntad, confirma conocer a muchos otros jóvenes que se ven obligados a trabajar en este sector. Dado a la zona rural en la que vivimos y la carencia de muchas otras oportunidades, se ha de valorar el sacrificio que conlleva desempeñar una profesión como esta. Una labor que no entiende de días festivos, bajas, o vacaciones una vez que la planta ha empezado a brotar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios