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Víctor del Viejo, capitán del equipo de División de Hono y Álvaro García, presidente del club.
«De estos nueve años me quedo con la ilusión y la alegría de los niños»
ENTREVISTA

«De estos nueve años me quedo con la ilusión y la alegría de los niños»

El equipo de División de Honor no ha podido mantener la categoría esta temporada, pero en el club están contentos por lo que ha sido un hito histórico

Belén Fernández

Miércoles, 18 de mayo 2016, 10:59

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Álvaro García es el presidente de la Escuela de Fútbol de Puebla de la Calzada desde hace 9 años y Víctor del Viejo ha sido el capitán y único jugador local del equipo poblanchino que ha jugado en División de Honor durante esta temporada aunque prácticamente ha crecido en el club ya que, con 19 años, acumula un total de diez temporadas pegando patadas en los diferentes conjuntos de la escuela. Ambos, presidente y capitán, tienen algo en común como es haber cumplido un sueño.

¿Cómo fue el momento de saber que en la próxima temporada jugaríais en División de Honor?

Álvaro: Lo vivimos con mucha ilusión porque es una cosa única, eso solo pasa una vez en la vida, yo no sé si volverá a pasar más aquí en la Puebla porque es muy difícil.

Víctor: Jugábamos en Juvenil Nacional y al quedar como primeros clasificados pasamos. Fue una sorpresa, porque en un principio nadie apostaba por nosotros, era un equipo normal para quedar en mitad de la tabla o por ahí pero conforme íbamos pasando de partido veíamos que podíamos y lo conseguimos. No nos lo creíamos pero ascendimos.

¿Cuál era el principal objetivo de esta temporada?

A: En principio el reto más importante era mantener el División de Honor y ojalá subir a Tercera o por lo menos jugar la promoción de ascenso. Pero nos han salido las cosas mal con los fichajes que se nos han ido yendo conforme pasaba la temporada y seguíamos abajo en la clasificación. Alguno nos decía que estaba acostumbrado a ganar siempre, otro por los estudios, otros que si eran muchos días de entrenamiento y se olvidaba de sus labores, otros por lesión Uno detrás de otro. Empezaron veintitantos y han acabado nueve, el resto lo sacábamos de otros equipos.

¿Cuál ha sido su experiencia como capitán?

V: Mi objetivo era hacer una piña y no lo conseguimos porque la gente se iba yendo por las circunstancias que había. Hemos acabado los que estábamos más comprometidos con el club. Al final me he quedado con un sabor agridulce casi amargo. Se ha podido dar más.

¿El partido más duro? ¿Y el más fácil?

V: Para mí uno de los más duros fue en Valdebebas porque era el Real Madrid y tocaban, tocaban y tocaban. Nos fue imposible hacer nada (7-0). Fácil no ha sido ninguno, la verdad, solo hemos ganamos uno, en Valladolid.

¿Ha notado mucha diferencia al jugar División de Honor?

V: Sí. Son equipos preparados con algo bueno en común. Los que tienen más decisión, los que tocan más Tienen eso claro, lo persiguen, y acaban siendo buenos.

¿Descripción o seña de identidad del club?

A: Por lo que se identifica desde que estoy al frente es por el respeto al rival y la educación. Si ganamos jugando al fútbol muy bien, si no, se aplaude al rival. Se castiga a los chavales indisciplinados por muy buenos que sean. Aquí se han ido jugadores porque el entrenador les mandaba a ducharse y ellos no querían y es que hay una cosa muy clara: el que viene se ducha con los compañeros porque eso es compartir tiempo con los demás y hacer piña. Son detalles que forman parte del equipo. Cualquier club contra el que hemos jugado dice que qué afición más buena.

¿Cuáles ha sido las limitaciones? ¿Es la financiación económica una de ellas?

A: La financiación sí ha supuesto una limitación, aunque al final no hemos estado muy apretados porque el Preferente no ha hecho muy buena temporada. Si queda cuarto por arriba hubiéramos tenido que desembolsar mucho más dinero, casi 5.000 euros más. Deportivamente considero que en el División de Honor nos ha hecho falta materia prima y eso que hemos traído a gente de un montón de sitios.

V: Yo creo que no hemos hecho suficiente juego y en las ocasiones que hemos llegado arriba no hemos sabido transformarlas.

¿Cómo se obtienen los recursos económicos para mantener al Puebla?

A: Este año por las dos subvenciones que hemos tenido por jugar en División de Honor, el año que viene se nos acaban. Pero normalmente de la Judex, con publicidad, eventos que hacemos, con la inscripción de los chavales y con la ayuda del Ayuntamiento, que supone el 50 por ciento.

¿Mejor y peor momento de la temporada y qué saca tanto de positivo como de negativo?

A: El mejor recuerdo fue ver nuestro campo cuando jugamos contra el Atlético de Madrid, que estuvo a rebosar. El peor recuerdo es el descenso y el día que nos enfrentamos al Flecha, que jugamos en pleno diluvio. Positivo saco que hayamos podido jugar un año en División de honor y que te visiten equipos como el Atlético y el Real Madrid, y que los jugadores haya disfrutado de eso que lo recordarán con la boca llena. Negativo me atrevo a decir que ha sido la respuesta del público al esfuerzo que hacemos para tener las instalaciones y a los niños luchando día tras día, creo que no se valora. El pueblo no ha sabido disfrutar de lo que hemos tenido aquí porque es único y se valorará después.

Atendiendo a la afición y a los jugadores, ¿dónde cree que se disfruta más?

A: Sin duda, el jugador porque ¿cuándo se volverán a ver en otra situación de estas? Han jugado por ejemplo contra Mayoral, que estará con el Real Madrid en la Champions y es lo máximo que se puede aspirar en el fútbol. Han estado también con entrenadores del Madrid, como Ramis y Solari. Ven a esos entrenadores y, claro, con esas experiencias y con el equipo que traen detrás de masajistas, personal para la ropa, médico Es otro mundo, es como comparar el que se va de vacaciones a Dubai o a una playa de Huelva. Eso es lo máximo y la afición no lo ha sabido valorar.

¿Cuál es la situación del club?

A: En total tenemos 13 equipos y un total de 220 jugadores. En cuanto al aspecto deportivo, mantenemos el infantil y cadete en Primera División (máxima categoría que hay), el juvenil baja a Nacional pero mantenemos otro equipo de Regional Autonómica, y el Preferente se queda como está. Económicamente la situación no es mala porque cerramos el año bien y todavía tenemos dos subvenciones pendientes de recibir. Con ese dinero pagamos las fichas, reconocimientos médicos, el entrenador, las cuotas, empresas de autobuses, sanciones

¿Futuro de la Escuela de Fútbol Puebla?

A: Un poco en el aire, porque yo estoy un poco cansado y me gustaría abandonar. Ya se lo he comunicado al Ayuntamiento, porque tengo que atender mi negocio. Me he tragado en estos años toda la crisis tirando con todo, pero te das cuenta que no. Creo que por nuestra parte, en la historia de la Escuela de Fútbol Puebla, ya hemos puesto nuestro granito de arena.

¿Están satisfechos con el trabajo realizado?

A: No, yo me he dejado la piel. Lo de dejarlo es por eso también. Yo tengo familia, y aquí me pego los fines de semanas enteros además del trabajo diario en una empresa privada que tengo. Son muchas horas y a la directiva la tengo quemada.

V: No. Al principio tuvimos muy mala suerte y nos encajaban goles en minutos de descuento, eso nos dolía y nos veníamos abajo. Poco a poco empezamos a cambiar un poco la mentalidad pero tampoco pudo ser.

¿Es un sueño cumplido pee al descenso?

A: Sí, eso no nos lo quita nadie. Nadie me va a quitar que siendo yo el presidente la Puebla haya jugado en División de Honor.

V: Sí, por supuesto. No es fácil estar en esa liga y menos un pueblo como nosotros.

Si abandona, ¿con qué se queda?

A: De estos nueve años me quedo con la ilusión y la alegría de los niños. Ver a los chavales pequeños felices por vestir el chándal y la equipación que les damos y cómo disfrutan de cada partido. Eso sí es satisfacción.

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